EL MOLINO
EL MOLINO
El molino se encuentra en el municipio de Sant Martí de Maldà, en la comarca del Urgell (provincia de Lleida), rodeada de las comarcas de Les Garrigues, y la Conca de Barberà. Es una zona con larga tradición olearia. Los campos de olivos que rodean el término dan al paisaje una tonalidad plateada que se acentúa cuando sopla el viento frecuente en estas tierras.
LA ACEITUNA ARBEQUINA.
La aceituna arbequina, que toma su nombre del municipio vecino de Arbeca (a 13 km), es la principal protagonista de nuestro aceite. Son aceitunas pequeñas y redondeadas pero que ofrecen al aceite un sabor afrutado con aromas de almendras y otras frutas. Son poco amargas y raramente “pican”, no son astringentes sino que se puede notar una gran suavidad y delicadeza.
Gracias a ellas el aceite se convierte en armonioso, suave, ligero e incluso con cierta dulzura almendrada y afrutada que transporta a sabores más exóticos. Sin embargo, si la aceituna es recogida precozmente, cuando todavía conserva cierta verdor puede encontrarse un toque amargo, que hace variar ligeramente las características organolépticas del aceite resultante.
Para conservar todas estas propiedades el cuidado en el proceso de elaboración y conservación debe ser extremo, ya que estos aceites pueden verse afectados fácilmente por la oxidación. Se debe conservar siempre alejado de las fuentes de calor y de luz.
RECOGIDA DE ACEITUNAS.
Todo comienza en los campos de olivos situados en los alrededores del molino. Allí los árboles crecen en tierras de predominio de secano, lo que condiciona una menor producción.
El momento óptimo de recogida de las aceitunas, por su grado de maduración, sería entre los meses de diciembre y enero. Sin embargo, para obtener las características gustativas y organolépticas de nuestro aceite, la cosecha se inicia un poco antes de tal modo que aprovechamos un cierto grado de verdor de las aceitunas para dar nuevos colores al aceite.
El proceso de recogida es manual, haciendo caer las aceitunas desde los árboles al suelo antes del momento en que caerían por ellas mismas. En el suelo se extienden unas redes que van acumulando las aceitunas hasta que finalmente son vertidas en el carrito o las cajas que las trasladarán hasta el molino. Siempre hay que intentar que las aceitunas se trasladen lo más rápido posible al molino, de tal manera que su grado de acidez sea menor.
EXTRACCIÓN DEL ACEITE.
Las aceitunas llegan al molino donde son pesadas, separadas de la hoja por métodos naturales y entran dentro de la cadena de producción del aceite. Son trasladadas a la parte superior de las piedras molturadoras y caen progresivamente. De esta manera se obtiene una masa homogénea donde encontramos la carne de la aceituna. El hueso ya queda en parte separado, ya que no se ve afectado por la presión de las prensas. Esta masa se acaba de homogeneizar y posteriormente se hace pasar por una máquina rotatoria, desde donde ya chorrean las primeras gotas de aceite.
Por último, esta masa es colocada manualmente en el interior de los capachos. Estos se van apilando uno encima del otro y una vez se tiene una torre, se ponen a la prensa.
El aceite extraído por la presión de la masa dentro de los capachos contiene una parte de agua vegetal de la propia aceituna que se tiene que dejar reposar en los depósitos. Allí se separan las dos capas por diferencia de densidad y se almacena en condiciones óptimas de conservación.